En el Día del Tripulante de Helicóptero, el capitán Gustavo Lavorato Barreto, quien actualmente se encuentra realizando el Curso de Conducción y Estrategia Aeroespacial (CCEA) en la Escuela Superior de Guerra Aérea, nos relata sus experiencias como helicopterista de la Fuerza Aérea Argentina.

Luego de haber egresado como Aviador Militar, sus primeros pasos como piloto de alas rotativas comenzaron en la Escuela de Aviación del Ejército, donde realizó el Curso Conjunto de Piloto de Helicópteros, el cual estaba compuesto por oficiales de las tres Fuerzas Armadas. Allí recibió la instrucción básica de vuelo en este tipo de aeronaves. Posteriormente, continuó con su especialización avanzada en la VII Brigada Aérea, donde a través del Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Helicópteros de Combate (CEPAHC) se formó en la doctrina de la Fuerza Aérea Argentina, primero volando el helicóptero Hughes 500 y luego el Bell 212.

Siendo helicopterista de la Fuerza Aérea Argentina tuvo la oportunidad de desplegar por todo el país para cumplir con diferentes tareas, principalmente de búsqueda y rescate, traslado personal y material.  También operó en la Antártida la cual fue una de las grandes experiencias que le tocó vivir: “en primer lugar, por su inmensa belleza y, en segundo lugar, por la complejidad propia del ambiente para llevar a cabo las diferentes misiones asignadas”.

Además, nos comentó que, como piloto de helicóptero, desplegó en varias ocasiones a la Misión de Paz de las Naciones Unidas en la República de Chipre (UNFICYP), donde pudo seguir desarrollando la actividad de vuelo.

Actualmente, es instructor de vuelo del Curso Básico Conjunto de Piloto de Helicóptero en la Escuela de Aviación del Ejército, lo que le permitió revivir los momentos donde inició su especialidad y poder formar desde las bases a los futuros pilotos de helicópteros de las tres Fuerzas Armadas.

En sus palabras: “El haber logrado obtener la especialidad es un sueño cumplido para mí. Desde chico estoy muy relacionado con la Fuerza Aérea por mi padre, Suboficial Veterano de la Guerra de Malvinas de la especialidad Operador de Carga y Despacho de Aeronaves quien estuvo destinado en la VII Brigada Aérea. De ahí mi estrecha relación con los helicópteros y esta hermosa especialidad.”

Por último, y no menos importante, dedica unas palabras a los futuros helicopteristas: “Prepárense para un camino desafiante pero gratificante. Esta especialidad no es solo una profesión, sino una vocación y forma de vida que requiere pasión, disciplina y un compromiso inquebrantable con la excelencia. Recuerden siempre que cada vuelo es una oportunidad para aprender y crecer.”