LA VOCACIÓN DE SERVICIO COMO PROYECTO DE VIDA

 

8-SEPTIEMBRE-2020

 

 

Históricamente la Escuela Superior de Guerra Aérea mantuvo estrechos lazos de amistad con la Fuerza Aérea de Brasil perfeccionando en varias oportunidades a sus oficiales en el Curso de Comando y Estado Mayor.

Cada 7 de septiembre el pueblo brasilero festeja la declaración de la Independencia, hito histórico que ocurrió en 1822 cuando el príncipe portugués Pedro I de Brasil fue el encargado de proclamar ese día el "grito de independencia" en las orillas del río Ipiranga en São Paulo.

En este marco, entrevistamos al Mayor Aviador Gustavo Ferreira Rizzuti de la Fuerza Aérea Brasilera, actual cursante del Curso de Comando y Estado Mayor (CCEM) quien nos relata sobre su vocación de ser piloto y hasta los desafíos actuales en su carrera.

El Mayor Aviador Gustavo Ferreira Rizzuti egresó de la Academia de la Fuerza Aérea en el año 2003 y luego realizó la especialización en alas rotativas en el 1º/11º Grupo de Aviación, al finalizar el curso fue designado para el servicio de Búsqueda y Salvamento, donde operó los sistemas de armas el H-1H y el Bandeirante, en su versión SAR, SC-95B. Posteriormente, fue instructor de vuelo de H-50 en Natal durante cinco años consecutivos.

En 2014 fue asignado para el Grupo de Transporte Especial (GTE) en la Capital Federal de Brasília, donde tuvo la posibilidad de volar las versiones militares (VC-99A/B/C) de los aviones a reacción de transporte VIP de EMBRAER, la familia E-145/E-135 Legacy. Por otra parte, fue Oficial del Gabinete del Comandante de la Fuerza Aérea a lo largo del año 2018 y asistente del Jefe de Estado Mayor Conjunto de las FFAA en el Ministerio de Defensa de su país.

La pasión de Rizutti por la aviación surgió durante su infancia, sin embargo, también tenía el deseo de poder ayudar a su pueblo: “Cuando era niño tenía un amigo un poco mayor que se incorporó a los bomberos y me encantaba esa idea de colaborar pensaba que un día podría seguir sus pasos, eso despertó mi vocación de servicio”.

“Mi padre es militar del Ejército Brasileño y, desde niño, estuve acostumbrado al ambiente militar. Con once años ya cursaba la escuela primaria en el Colegio Militar de Brasília, una institución de enseñanza vinculada al Ejército Brasileño. Luego, supe del examen de selección para alistarme en la Fuerza Aérea, decidí inscribirme y ya para mis quince años rendí y logré ingresar. Afortunadamente, pude formarme y especializarme en los sistemas de búsqueda y rescate, hecho que me proporcionó la oportunidad de cumplimentar los dos sueños de la infancia: volar y ayudar al prójimo”.

La formación de un aviador militar, requiere de tiempo, dedicación y entusiasmo para saber adaptarse a las contingencias que puedan surgir y poder cumplimentar con la misión asignada. Los futuros oficiales de la Fuerza Aérea Brasilera realizan el curso de formación como cadetes durante cuatro años, egresando como licenciados en Administración Pública. En paralelo reciben una formación básica en vuelo, en los sistemas T-25 y T-27, en el primer y cuarto año, en la Academia de la Fuerza Aérea ubicada en la ciudad de Pirassununga.

Aprobada esa instancia, son trasladados a Natal donde realizan el Programa de Especialización Operacional, compuesto de una parte teórica, denominada Curso de Preparación de Oficiales de Escuadrón, seguido de una especialización operativa. Esta última parte, tiene el objetivo de perfeccionar a los oficiales en habilidades técnicas, en la conducción de operaciones aéreas y como pilotos en los distintos sistemas de armas.

A medida que logren una mayor madurez profesional y concluyen los cursos de carrera, como el Curso de Perfeccionamiento, de Comando y Estado-Mayor y de Altos Estudios Militares pasan a ejercer funciones de gestión cada vez más preeminentes para la Institución. Una vez posicionados en este momento de sus carreras, la participación en tareas operacionales implica responsabilidades de planeamiento y supervisión, actuando como componentes de Estados-Mayores en los Comandos y Departamentos de la Fuerza. Al final de la carrera, las tareas que se realizan están relacionadas con el planeamiento institucional de la alta administración.

Alcanzar el adiestramiento necesario para llevar a cabo las tareas en el momento que la Patria lo demande es uno de los momentos más satisfactorios en la vida de un militar, para el oficial Rizutti eso ocurrió cuando en el año 2005 participó de operaciones de combate contra incendios forestales: “Esa fue la primera vez que realicé una misión operativa y es donde pude volcar todos mis conocimientos adquiridos durante toda mi carrera como aviador militar. Fue un gran aprendizaje, considero que ahí logré el primero paso de la madurez profesional y donde comencé a cosechar los frutos de todo el esfuerzo y pude retornar a la sociedad la inversión que la Fuerza Aérea y el país hicieron en mí formación profesional”.

 

PRESENTE Y FUTURO

 

Luego de aprobar un proceso de evaluación y calificación de la Fuerza Aérea de su país, el aviador mayor Rizutti, fue seleccionado para continuar perfeccionándose en nuestra Casa de Estudios. Si bien anteriormente tuvo la posibilidad de viajar al extranjero como cadete, entre esas visitas institucionales estuvo incluida la Escuela de Aviación Militar (EAM) y equivalentes en países de la región como Chile y Perú, su actual experiencia en Argentina, fue la mas completa hasta el momento: “Esta es la primera oportunidad que tengo de vivir de modo permanente fuera de Brasil. Nunca realicé cursos en el extranjero, esta es una doble experiencia que me permite no solo realizar un curso tan importante para mi carrera, sino también, tener esta inmersión cultural en la vida cotidiana de la República Argentina. En este sentido, no puedo dejar de mencionar a mis compañeros de las promociones 70 y 71, que me dieron la bienvenida y me ayudaron a integrarme y adaptarme cada día tanto en el entorno académico, como así también en la incorporación de las costumbres argentinas en la vida cotidiana”.

Al momento de destacar algo en particular del Curso de Comando y Estado Mayor, el oficial extranjero destacó la participación de la Fuerza Aérea Argentina en el Conflicto del Atlántico Sur: “El hecho de pasar por un conflicto armado no tan lejano en el tiempo les brindó la oportunidad de darse cuenta de sus capacidades, puntos a mejorar y valorar la importancia de la planificación de comando para la buena conducción de las operaciones militares futuras. Eso sumado al gran profesionalismo de los asesores y personal de la planta permanente, así como el profundo conocimiento que los profesores en los temas presentados me han brindado enseñanzas que me acompañaran en toda mi carrera”.

Por último, realizó una apreciación personal sobre lo que significa realizar el CCEM y las oportunidades que brinda: “El Curso de Comando y Estado Mayor es un hito en la carrera de los oficiales, demarcando notablemente la separación entre los niveles de conducción y toma de decisiones. Esta experiencia me abre un abanico de posibilidades futuras en la Escuela de Comando y Estado Mayor de Brasil, al regresar a mi país podré contribuir al engrandecimiento y perfeccionamiento de los oficiales brasileros con las buenas prácticas y conocimientos adquiridos durante mi cursada en la Escuela Superior de Guerra Aérea”.

 

 

 

 

 

 

 

   
Fuente: ESGA