EL PROCESO DE APRENDIZAJE Y ENSEÑANZA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

 

12-ABRIL-2021

 

 

Durante el ciclo lectivo 2020 la Escuela Superior de Guerra Aérea (ESGA), adaptó la mayor parte del desarrollo curricular de modalidad presencial a virtual a través del sistema de videoconferencia. Aprender a usar las E-learning correctamente fue un desafío que pudo llevarse a cabo gracias a que la Institución cuenta con un plantel de docentes de un notable compromiso con las actividades académicas que se desarrollan, con conocimiento especializado y amplia experiencia en las asignaturas que imparte.

En esta oportunidad, la jefa de Sección Orientación al Alumno, Lic. Jésica Saharrea, Psicóloga y Psicopedagoga, y la jefa de la Sección Pedagogía, Mg. Mariana Berazategui, Psicopedagoga y Magíster en Educación Superior, de la División Asesoramiento al Alumno de la ESGA, relatan en qué consiste su trabajo en equipo y cómo se llevó a cabo la adaptación pedagógica durante en la transición de clases presenciales a virtuales y los actuales desafíos que presenta.

La División Asesoramiento al Alumno, durante el ciclo lectivo 2020 fue la encargada de acompañar a los profesores y alumnos en el proceso de transición de modalidad presencial a virtual. Para lograr una sinergia de trabajo coordinada, ambas licenciadas asistieron frecuentemente a las clases dictadas por videoconferencia para, al término de cada una, hacer un balance sobre las fortalezas y debilidades de la exposición del docente a cargo de la presentación. Además, de facilitar material orientativo con recomendaciones pedagógicas obtenidas de encuestas realizadas a los alumnos y la creación de espacios de intercambio de experiencias con el plantel docente.

Al respecto, la Mag, Mariana Berazategui, explicó que se trabajó en coordinación con la División Educación a Distancia para lograr esta transición, otorgando asesoramiento al docente, sugerencias, recursos didácticos específicos, recomendaciones para el mejor uso del sistema streaming, con el objetivo de optimizar el aprendizaje: “ En este sentido, en el mes de Julio se organizó un Webinar “¿Cómo enseñamos en tiempos de Pandemia?”, para interpretar el impacto en la Educación Superior; reflexionar acerca de las lecciones aprendidas y compartir experiencias sobre las prácticas docentes implementadas”.

De la otra parte que implica educar, es decir, la relación con el alumno y para saber cómo ellos sobrellevaban esta nueva realidad: “Se indagó, a través de encuestas, acerca del bienestar subjetivo de los alumnos, relaciones interpersonales y su perspectiva sobre las modificaciones efectuadas a la modalidad de cursada, debido al contexto. Los cursantes debían acomodar sus horarios y obligaciones con los de sus familias y realidades personales, demandando una comprensión particular por parte de asesores y profesores, quienes debieron también flexibilizar requerimientos, exigencias, contenidos, plazos y modos de comunicación”, expresó la Licenciada Jésica Saharrea.

En este sentido, Mariana Berazategui, se sumó a la conversación y explicó que el mayor desafío fue “lograr transmitir que la virtualidad no conlleva los mismos parámetros que la presencialidad; y que este nuevo paradigma, requería comprender que los tiempos de clase se relativizan y no pueden ser los mismos que en las instalaciones. A esto se le sumaba la compatibilización de las obligaciones familiares con la dinámica propia de los hogares, aspectos que interfieren en la concentración para responder a las demandas académicas”.

Por otra parte, durante la entrevista las licenciadas hicieron hincapié en el aspecto emocional de los cursantes: “El contexto de cuarentena signa a la sociedad de momentos de ansiedad, angustia, falta de perspectiva, temor ante la enfermedad, amenazas económicas, aislamiento y cuidado de otros y nuestros alumnos no están ajenos a esta situación”. En consecuencia, los procesos de enseñanza y aprendizaje también están atravesados por estas particularidades, ya que nos obliga a buscar un equilibrio entre las exigencias académicas, familiares y propias del servicio; quedando disminuida la capacidad para las tareas cognitivas. Por ello, una enseñanza que planifique actividades breves, flexibilice los tiempos, ofrezca espacios de interacción y atienda a las vivencias que atraviesa cada grupo, son acciones que colaboran en forma empática y solidaria con los aprendizajes en tiempos de incertidumbre”, explicaron las psicopedagogas.

En conclusión, si bien algunos de los objetivos de los cursos, no fueron logrados de la misma manera que en la instancia presencial, la Escuela Superior de Guerra Aérea tiene una impronta de adaptabilidad en sus integrantes que permite enfrentar los desafíos que se presentan día a día, aprendiendo de sus propios pasos, aciertos y desaciertos; en una búsqueda constante de la mejor calidad académica sin perder de vista su propia Misión.

 

 

 

 

 

 

 
Fuente: ESGA